Becas de baloncesto en USA. Razones por las que mi hijo no la va a conseguir Publicado en 29 abr 2018, 11:20h en Becas de baloncesto, Becas deportivas, Interesante baloncesto, Interesante becas deportivas, Recientes blog
Primeramente, quería poner en situación a mi hijo. Él sueña con conseguir alguna de las becas de baloncesto en Estados Unidos. Juega al baloncesto desde los 6 años y no se le ha dado nunca nada mal. Su único hándicap ha sido siempre la altura (digamos que los genes no dan para más, tenemos claro que no llegará a medir mucho más de 1,80), pero eso le ha hecho especializarse desde muy pequeñito en la posición de base y haber adquirido unas buenas capacidades para el puesto, buen tirador, intenso en defensa y sobre todo inteligente para hacer jugar a sus compañeros. También, y eso es quizás el secreto de su éxito, es que esta desventaja la ha suplido con trabajo, esfuerzo y coraje, lo que le hace ser un buen competidor a pesar de esa inicial desventaja física.
Desde sus inicios en su club de Zaragoza (España) siempre ha destacado a nivel regional, jugando habitualmente con los equipos de categoría superior y representando a la Selección de Aragón en las categorías alevín, infantil y cadete en los diferentes Campeonatos de España de Selecciones, logrando una medalla de bronce en la categoría cadete.
Hace tres temporadas accedió a las categorías inferiores de una de las mejores canteras del baloncesto español, habiendo llegado a conseguir el quinto puesto en el Campeonato de España infantil y jugando regularmente torneos contra los mejores clubes españoles como el Real Madrid, Barcelona, Joventut, Valencia, etc., lo que sin duda le ha hecho crecer deportivamente mucho más de lo imaginado cuando empezó a jugar al baloncesto.
Además de la faceta deportiva, mi hijo está teniendo el mérito de mantener un nivel excelente en los estudios. A pesar de entrenar varias horas prácticamente todos los días y de ir a un colegio donde prima la exigencia académica, ha sido capaz de mantener sus notas los últimos años en torno al sobresaliente, lo cual no deja de significar un orgullo para su familia, ya que somos conscientes de que lo que probablemente le dará de comer serán sus estudios y no el baloncesto.
En casa tenemos claro de que, salvo que él decidiese otra cosa, el camino abierto es que estudie una carrera universitaria en Estados Unidos y que pueda seguir jugando al baloncesto durante esa etapa universitaria.
Desgraciadamente, mi experiencia en la gestión de becas deportivas y académicas en Estados Unidos como fundador de la compañía AGM Educación y mi experiencia con 1.500 deportistas a lo largo de los últimos 12 años, me dice que sus posibilidades de conseguir una beca de baloncesto son prácticamente imposibles.
En estos años, hemos ayudado a llegar al baloncesto universitario americano a más de un centenar de jugadores y han sido pocos los que han conseguido altas becas de baloncesto, la mayoría han tenido que hacer una cierta inversión para conseguir jugar en el baloncesto universitario americano o acceder a becas académicas.
Becas de baloncesto, ¿por qué es tan difícil conseguirlas?
Es evidente que el baloncesto universitario americano es la cuna del baloncesto profesional, tanto de la NBA, ACB o ligas europeas. La mayoría de jugadores de estas ligas han pasado por el baloncesto universitario en esa difícil etapa para cualquier jugador de baloncesto de entre los 18 y los 22 años (supercracks tipo Doncic aparte), donde las oportunidades de jugar en equipos profesionales (o semiprofesionales) son muy escasas.
Además, el hecho de que el baloncesto sea hoy por hoy el segundo deporte más practicado en Estados Unidos (por detrás del fútbol americano), hace que existan miles de jugadores por todas las partes del país que destacan, y cuyo sueño y meta también es jugar la competición universitaria, con becas de baloncesto que les ayuden a sufragar los gastos de las, en general, carísimas universidades americanas.
El reto, para la mayoría de jugadores españoles como puede ser mi hijo, no es tanto obtener becas de baloncesto, sino conseguir una universidad en la que seguir entrenando y compitiendo, aún sin recibir becas deportivas.
A partir de esa premisa, sabemos que SÍ es posible conseguir otras fórmulas de financiación, al margen de las becas de baloncesto, para conseguir sufragar el coste de la universidad.
La importancia de la exposición a los coaches americanos
Los coaches de las universidades son los que disponen de los fondos para otorgar las becas de baloncesto y las utilizan para aquellos jugadores que creen que van a causar impacto en sus equipos. Son las personas clave en el proceso, a quienes tenemos que demostrar que alguien como mi hijo, es merecedor o no de una beca de baloncesto.
Y éste es el primer hándicap con el que se encuentran los deportistas cuando llegan a USA desde España. Aunque cada vez conocen mejor nuestras competiciones y acuden regularmente a competiciones internacionales buscando ese talento deportivo, para jugadores sin ese perfil internacional, es complicado tener una buena exposición a los coaches.
Generalmente para ellos es más fácil y cómodo hacer seguimiento de sus prospectos en las competiciones americanas de High School, donde saben que pueden tener cientos o miles de oportunidades de “reclutar” jugadores para sus equipos.
Esto nos hace partir con una cierta desventaja con respecto al mercado de High Schools americano, ya que el método habitual para obtener esta visibilidad desde España se basa en el envío de vídeos de partidos, algo que reciben a centenares cada semana y en los que es más difícil demostrar las cualidades deportivas.
En estos años, las mejores opciones que hemos tenido para nuestros jugadores han sido para aquellos con experiencias previas en Estados Unidos, bien en High School o bien en universidades más pequeñas, lo que les ha permitido tener esa visibilidad en Estados Unidos ante los coaches de las universidades más grandes. Un ejemplo es Javier Lacunza, que gracias a su paso por un High School pudo obtener un puesto en el equipo y una beca de baloncesto, en la universidad de Florida Atlantic, en NCAA División I.
A pesar de ello, contar con consultores profesionales como AGM puede facilitar la labor de prospección a los coaches y mantener con ellos una alta confianza, para que cuando tengan necesidad de un determinado perfil de jugador, puedan decantarse por los nuestros, facilitando que esos perfiles y vídeos sean vistos antes que otros de los cientos que reciben semanalmente. Ese es un primer factor clave a la hora de conseguir una beca de baloncesto en Estados Unidos.
La importancia de la altura para conseguir una beca de baloncesto
En un deporte como el baloncesto, todos sabemos de la importancia de la altura juegues de base o de pivot. Pero desgraciadamente, bases entre 1.80 y 1,90 los hay a miles en Estados Unidos. En cualquier High School americano tienes varios jugadores del nivel de mi hijo, o superior, pero además con unas condiciones atléticas increíbles y muy por encima de las de cualquier jugador español.
Nuestras experiencias con jugadores de primer nivel españoles de esas estaturas no han sido demasiado satisfactorias. Es mucho más complicado destacar y causar impacto en los equipos universitarios.
Sin embargo, con jugadores a partir de 2 metros ya es otra historia. Incluso en un país como Estados Unidos ya no hay tantos jugadores a partir de esa estatura y esto hace que con un nivel no tan elevado se puedan conseguir buenas opciones. Por lo general, los coaches en estos casos piensan que aunque no haya tanto talento deportivo, sí que al menos lo hay en el físico y pueden tener la oportunidad de enseñarles y hacer que dichos jugadores puedan causar ese impacto buscado en sus equipos. Por eso, suelen estar mucho más solicitados que los «bajitos».
La importancia del tipo de universidad
Todos los jugadores de baloncesto sueñan con jugar en universidades top, de las que juegan el famoso March Madness, competición final de la NCAA, donde las mejores 64 universidades del país se baten en un sistema de eliminatorias. Esta competición acaba en la Final Four, broche de oro a la temporada universitaria y que congrega a más de 70.000 espectadores en el pabellón y millones en torno a la televisión, generando ingresos multimillonarios, a pesar de que la competición universitaria es completamente amateur.
Pero jugar en estas universidades es enormemente complicado, especialmente viniendo desde España. Son contados los casos de jugadores españoles, de altísimo nivel internacional, cuyo primer destino son universidades de este tipo. Sin embargo, es más fácil conseguirlo tras un periodo de permanencia en universidades más pequeñas, en las que se pueda adquirir experiencia en el baloncesto universitario y se haya podido demostrar ese talento que atraiga a las universidades importantes.
Pero hay vida después de las universidades que juegan el March Madness. Pensemos que hay más de 2.000 universidades con programas deportivos de baloncesto y solo algunas más de un centenar tienen esos objetivos nacionales. Para la gran mayoría, su competición se basa en ligas de conferencias estatales y los objetivos deportivos no son tan ambiciosos.
Organizaciones que regulan el baloncesto universitario
En Estados Unidos hay 3 organizaciones que regulan el baloncesto universitario, NCAA, NAIA y NJCAA, y que aglutinan a esas más de 2.000 universidades:
- La NCAA es la más conocida y está dividida en 3 divisiones, aunque estar en una u otra división no depende de criterios deportivos, sino del número de deportes que tiene la universidad (en D1 y D2) o en el caso de D3, son universidades que han decidido primar lo académico sobre lo deportivo y no ofrecen becas deportivas. Por ello, muchas veces son un perfil ideal para estudiantes brillantes académicamente, pero no en lo deportivo, ya que aunque tienen competiciones igual que las otras, el hecho de no ofrecer becas deportivas de baloncesto hace que el nivel deportivo sea más asequible.
- La NAIA es una organización al margen de la NCAA, con regulaciones propias en torno a requisitos para competir y recibir becas deportivas y en general la componen universidades más pequeñas, de un perfil parecido a las de NCAA D2.
Es importante destacar que, aunque en general las universidades de D1 son mejores que las de D2 o NAIA, hay muchas universidades de estas últimas mejores y más aconsejables que algunas de D1.
- Por otro lado, la NJCAA agrupa a los Junior Colleges (o Community Colleges), que son universidades más pequeñas, donde puedes estudiar los 2 primeros años de carrera, para luego transferirte a una de 4 años de cualquier organización. Al finalizar estos 2 años obtienes un título americano (algo parecido a un grado medio) que no tiene validez en España, pero sí convalidan los créditos para acceder directamente al tercer curso de una universidad de 4 años.
Estas son las universidades más recomendables para el acceso al baloncesto americano, pues el nivel de exigencia deportiva no es tan alto y te permite esa exposición ante entrenadores de las universidades de cuatro años, a la vez que adquieres la experiencia deportiva para destacar en los siguientes años. Muchos de los jugadores españoles que luego destacan en la NCAA provienen de este tipo de universidades.
Requisitos necesarios para estudiar en USA
Aunque en el siguiente enlace tenéis los requisitos para acceder al baloncesto universitario americano, sí que me gustaría recalcar uno de ellos, que nos puede abrir las puertas, no solo para competir, sino sobre todo para acceder a las becas académicas que también otorgan las universidades: el SAT (equivalente a la selectividad americana). En este artículo podréis entender por qué es tan importante este examen: Importancia del SAT.
Prácticamente todas las universidades exigen una determinada puntuación en el SAT como requisito de admisión. Además, para aquellas notas muy altas, muchas de ellas ofrecen becas académicas que pueden ser la mejor forma de financiar la carrera, al margen de las becas deportivas, cuya dificultad ya hemos podido constatar.
El SAT es un examen que combina matemáticas y razonamiento de textos (en inglés) y te puedes presentar varias veces durante los cursos de 1º y 2º de bachillerato. Hay 4 convocatorias por año en diferentes lugares de España. Además, entre las diferentes convocatorias, te guardan la mejor nota de cada una de las secciones. Es importantísimo preparar este examen muy bien y con mucho tiempo de antelación, existen diferentes opciones para preparar tanto el SAT como el TOEFL, que es otro examen que los estudiantes tendrán que realizar.
Es la gran esperanza para mi hijo, tanto el inglés como las mates se le dan muy bien y teniendo como tiene suficiente tiempo por delante para prepararlo, podremos aspirar a conseguir un buen paquete de beca por esta parte académica. Ahora está en sus manos prepararlo bien y sacar una buena nota.
¿Qué opciones puede tener mi hijo?
El objetivo que tenemos es encontrar una universidad en la que, gracias a una beca académica, pueda seguir jugando al baloncesto a la vez que sigue con sus estudios.
La opción inicial puede ser un Junior College, cuyo coste suele ser más reducido que en las universidades de 4 años, y donde el nivel deportivo no sea excesivamente alto. También trataremos de que sea una universidad con un porcentaje alto de jugadores internacionales. Afortunadamente, tenemos bastante experiencia en este tipo de sitios, ya que muchos de nuestros jugadores comienzan por aquí su periplo universitario.
Y la siguiente opción, si su SAT fuese tan bueno como confiamos, sería una universidad de 4 años de NCAA D3, en la que la parte académica sea lo más relevante, pero que pueda tener un hueco en el equipo. El coste de este tipo de universidades suele ser elevado, con lo que las opciones pasan por conseguir una beca académica alta.
¿Cuál es nuestra hoja de ruta?
Preparación SAT y TOEFL
Hace unos meses le regalé el libro del SAT, para que sin prisa pudiera irle echando un vistazo de vez en cuando, pero a partir de este verano, la cosa se tiene que poner más seria.
En julio tenemos previsto que haga un primer curso de SAT, para tener una guía para la preparación y durante el próximo curso (1º de Bachillerato) hará 2-3 veces el examen (en octubre, diciembre y marzo), así como a finales de curso, hacer también el TOEFL.
Con esto la parte de los requisitos académicos estaría ya cumplida, y caso de necesitar mejorar la nota, todavía podría hacerlo en mayo o en octubre del año de 2º de Bachillerato. Por supuesto, también tiene que seguir sacando las buenas notas en bachillerato que está sacando hasta ahora.
En cuanto al tema deportivo debe seguir aprendiendo, esforzándose al máximo y tratar de hacerlo lo mejor posible, juegue donde juegue. Durante la próxima temporada será muy importante ir recopilando vídeos, estadísticas y todo lo que pueda servir para demostrar lo que puede valer por la parte deportiva. (Afortunadamente con el tema de las estadísticas, tiene un padre un poco «friki», que lleva registradas las estadísticas de toda su trayectoria deportiva desde los 10 años, con lo que lo importante, que son los datos de los últimos años, ya está conseguido).
Y si todo sigue según lo previsto en lo académico y deportivo, dejar para el año de 2º de Bachillerato la búsqueda de universidad. Según cómo haya sido la evolución deportiva y académica, trataremos de localizar las universidades adecuadas, contactar con los entrenadores y hacer los procesos de admisión en 3-4 universidades. Normalmente, los coaches no valoran a estos jugadores de nivel medio hasta que éstos no han sido admitidos por su universidad, por lo que es necesario tener opciones claras en las que se puedan cumplir los parámetros académicos, deportivos y financieros.
Desde hace ya algunos meses, cada vez que en la oficina escucho experiencias positivas de otros jugadores de características similares, me voy familiarizando con esas universidades, para tener la máxima cantidad de información posible, aunque nuestros scouters de baloncesto tienen la suficiente experiencia como para conocer qué universidades son las más adecuadas para cada perfil de jugador.
Toma de decisiones
Todo esto, claro, si finalmente mi hijo toma la decisión de estudiar la universidad en Estados Unidos. Nuestra obligación como padres es dejarle abierto este camino, pero al final, él es el que tiene que tomar sus propias decisiones y nuestro deber es aconsejarle sobre lo increíble que puede resultar la experiencia.
Afortunadamente cada vez va conociendo más gente, deportistas o no deportistas, que optan por esta opción americana y ve lo que están cambiando las vidas de sus amigos que ya la están viviendo.