Berta De La Rosa: «Estudiar en Estados Unidos ha redefinido este concepto de la felicidad» 
Desde Barcelona, Berta emprendió su aventura hacia Miami University Ohio, donde actualmente está estudiando un doble major en Diplomacia y Ciencias Políticas y Psicología. Su sueño es trabajar trabajar en la ONU. Es su primer año en Oxford, Ohio, y ya está perfectamente integrada en su nueva vida universitaria americana. Desde el primer momento, Berta tenía claro que su sueño era estudiar en Estados Unidos, conoce cómo llegó hasta allí y cómo es su día a día en USA.
Cuéntanos cómo surgió la idea de estudiar en Estados Unidos y cómo recuerdas el proceso para lograrlo
Desde 1º de la ESO o así siempre supe que quería estudiar fuera, todos los veranos me iba a estudiar inglés a Irlanda o Canadá y me encantaba la experiencia, volvía súper feliz. Fue a principios de Bachillerato cuando me dije a mi misma: “¡Lo hago!, porque si no lo hago me arrepentiré”. También había visto amigas que habían ido a estudiar solo un año y volvían súper felices y tuve claro que tenía que hacerlo, soy joven y la vida son experiencias así que adelante.
El proceso para lograrlo, la verdad es que lo recuerdo duro porque tuve que hacer tanto el SAT como el TOEFL en 1º de Bachillerato, mientras seguía estudiando mucho para el colegio porque quería sacar buenas notas, también me estaba sacando el Advanced, entrenaba muchas horas para patinaje… se juntaron un montón de cosas, pero bueno yo sabía que al final lo que de verdad quería era irme a Estados Unidos. Lo recuerdo muy time consuming y que me quitaba mucha energía, pero valió mucho la pena. Es un camino largo y todo el proceso de las cartas de recomendaciones o hacer todos los essays es muy pesado, además de la preparación del SAT y el TOEFL, aunque ahora miro atrás y veo que ya ha pasado todo y que ha merecido la pena… así es como lo recuerdo.
¿Qué te ha obstáculos has tenido desde antes de marcharte hasta ahora y cómo los has superado? ¿Tenías algún miedo antes de irte a estudiar a Estados Unidos?
La verdad es que el obstáculo más significativo que tenía era la comida, pero tenía tantas ganas y había luchado tanto para irme que al final todo me pareció bien. Cuando llegué allí, enseguida conocí a gente y tuve una mentalidad abierta para seguir conociendo a mucha gente nueva y la verdad que, como he comentado, el único obstáculo más importante sería la comida y el horario de comer que hay en EEUU. Si soy sincera, no tenía ningún miedo, estaba tan emocionada y sabía que me iba a ir bien porque estaba haciendo lo que realmente quería hacer.
Háblanos un poco de cómo fueron tus primeros meses allí y qué es lo que más te gusta de EEUU (a qué te costó adaptarte más al principio, qué echas de menos de España…)
De Estados Unidos me gusta mucho cómo es la gente, siempre están ayudándote y con mucha curiosidad por conocer a gente internacional. Por otra parte, como ya he contado antes, lo que más me ha costado ha sido la comida, no porque no me guste, sino porque echo de menos la comida fresca y la comida de España.
Cuando llegué ahí no fue nada duro porque tenía muchísimas ganas de empezar esta experiencia. Los primeros meses nada más llegar allí ya conocí a unas chicas, porque me escribieron por Instagram y me añadieron a un grupo en las redes sociales, así que ya la primera noche quedamos para ir al restaurante en Oxford. Me sentí super welcome, bienvenida. En mi primer mes, conocí a mis mejores amigos a los que quiero muchísimo y echo mucho de menos. Nada más empezar, ya estaba muy involucrada dentro de esta nueva vida universitaria americana.
Los primeros meses lo que más me costaba también era el funcionamiento de clases, tanta independencia y que todo es diferente al sistema educativo de España, pero con esfuerzo todo se saca. Respecto al clima, no lo noté demasiado la verdad. Por mucho que haya echo frío en invierno, te abrigas bien y no lo notas tanto. Después llegó el calor y es muy parecido al de Barcelona por la humedad, ósea que ningún problema.
¿Qué diferencias observas entre el sistema educativo español y el americano?
Lo primero de todo, cómo funcionan las notas: en el sistema americano es un porcentaje que del 0 al 100% y se usan letras (A, B+…), en España va del 0 al 10. También una cosa que he notado mucho es que si quieres subir nota, aunque sea de un 89% a un 90% por ejemplo (que sería un A-), tienes muchísimas oportunidades para ello. Es algo que valoro mucho de estudiar en Estados Unidos porque te puede ir muy bien un examen o que por alguna razón te cuente más, pero siempre tienes esos extra credits que te ayudan a subir la nota y es algo que no tiene el sistema educativo español. Otra diferencia son los exámenes, en EEUU son todos tipo test.
Además, los profesores están súper involucrados. Yo me quedé muy sorprendida porque vengo de una escuela en la que he estado toda mi vida y pensaba que ahora seríamos mucho más independientes. Obviamente somos independientes, pero tienes mucha ayuda, horas para ir a su oficina, y aunque no sepan tu nombre en una clase de 300 personas, están muy involucrados.
¿Cómo es la vida en el campus? Cuéntanos qué haces allí, además de las clases
Lo primero de todo, lo bueno del sistema americano es la flexibilidad, esta sensación que tengo de rutina, pero sin serlo ya que cada día tienes un número de clases distinto. Por ejemplo, normalmente los martes y los jueves del semestre solo tenía una clase así que nada más terminar iba al gimnasio y hacía un poco de deporte. Después quedaba con una de mis mejores amigas que no dormía en el mismo edificio así que nos veíamos menos, por eso todos los martes y jueves comíamos juntas. Estudiábamos un poquito y después ella se iba a clase y yo me quedaba estudiando. Después iba a donde dormían mis dos mejores amigos y estábamos un ratito juntos, cenábamos en la cantina.
Hay días que si tengo más clases no me da tiempo a quedar con nadie, pero todos los martes y jueves salimos por la noche y los sábados todo el día. Estar en una hermandad es una oportunidad brutal para conocer más gente y estar involucrado completamente en la vida del campus. Nos da muchas opciones para socializar más y tener más planes aparte de la vida académica.
Una vez que acabes la carrera, ¿cuáles son tus expectativas para el futuro?
Cuando termine los 4 años de la carrera, me gustaría hacer un máster MBA relacionado con el mundo del Business. Aunque yo estoy haciendo un doble major en diplomacia y ciencias políticas y psicología, también quiero tener algo de conocimiento en Business. Es algo muy versátil para llevar a cabo diferentes tipos de tareas o trabajos. Me encantaría hacer internships en diferentes empresas para ir ganando experiencia. Como trabajo final me gustaría trabajar en la ONU, las United Nations, para reflejar mi carrera de Diplomacy and Global Politics.
Si pudieses volver al momento de la decisión, ¿volverías a elegir la experiencia de estudiar en Estados Unidos?
Si, totalmente. Es un sí rotundo. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida, no sólo lo repetiría mil y una veces, sino que también lo recomiendo muchísimo. Me considero una persona súper feliz y estoy muy agradecida de toda la familia y los amigos que tengo, pero estudiar en Estados Unidos ha redefinido este concepto de felicidad. Allí he empezado otra vez desde cero, todos empezamos de cero, y me ha ayudado un montón para crecer más como persona. Estudiar en Estados Unidos es una experiencia brutal, es felicidad. No solo para crecer como persona, sino por las ventajas del sistema universitario americano y lo que supone en tu curriculum. Además de que terminas dominando el inglés perfectamente y que conoces a tus mejores amigos de toda la vida. Yo ya estoy segura de que algunos amigos de los que tengo ahora los voy a tener siempre.
BECAS PARA ESTUDIAR EN EEUU
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