Alfredo Bozalongo, futbolista del Real Betis: «Hay clases a las que no podía asistir por entrenamientos o partidos y no podía recuperar con normalidad»
Alfredo Bozalongo, jugador de División de Honor del Real Betis Balompié, ha conseguido una beca de fútbol para estudiar y competir en College of William and Mary. Hoy nos cuenta su experiencia con el programa LaLiga Proplayer, impulsado por LaLiga con la colaboración del Banco Santander, y cómo ha sido el proceso para elegir universidad. ¿Te lo vas a perder?
¿Cuándo y por qué decidiste ir a EEUU a estudiar una carrera?
Lo cierto es que llevo varios años planteándomelo, gracias en gran parte a que conozco a varias personas que o bien han estudiado o han ido de intercambio al extranjero y sus testimonios sobre sus experiencias siempre han sido muy positivos.
Sin embargo, el paso final ha sido a principios de este año, cuando vi que en España es complicado practicar un deporte e intentar estudiar al mismo tiempo. Además, vi la iniciativa de La Liga con el banco Santander y AGM y pensé que era una oportunidad que no podía dejar escapar.
¿Cómo describirías el proceso para conseguir la beca?
Primero, y tras ver la iniciativa ProPlayer anunciada en las noticias y periódicos, me puse en contacto con el Betis y con AGM para conocer más a fondo cómo funcionaba. Después, seguimos adelante con el proceso de la mano de AGM y, gracias a ello, algunas universidades empezaron a contactar conmigo.
Finalmente, tras poder asistir al Showcase en Madrid (donde pude conocer cara a cara a algunos de los coaches con los que había hablado previamente), recibí la oferta y tomé la decisión final. El proceso ha sido muy cómodo y llevadero y la experiencia en el evento fue inolvidable.
¿Cómo ha intervenido La Liga en todo este proceso?
La Liga ha sido el principal artífice de que este proceso se llevara a cabo puesto que si no fuera por su iniciativa y la repercusión mediática que esta tuvo, posiblemente yo no hubiera entrado en el programa tan pronto.
Además, la organización del Showcase también ha sido muy importante, permitiéndome conocer cara a cara a algunos coaches y también permitiéndoles a ellos observarnos más de cerca en acción, algo que creo que para ellos es muy relevante a la hora de escoger a un jugador u otro.
William and Mary es la segunda universidad más antigua de EEUU, muy bien valorada académicamente (top 40 del país), ¿qué es lo que terminó de convencerte para ir a esta universidad?
Uno de los aspectos más importantes fue que su equipo de fútbol (soccer) se encontraba en Divison I, una de las conferencias más competitivas del país. Además, el interés mostrado en mí desde un primer momento por parte del coach y el reto que supone estudiar en una universidad tan bien valorada me hicieron pensar que era una oferta que no podía dejar escapar.
¿Cómo fue la experiencia y qué sentiste al saber que un coach que estaba interesado en ti iba a verte en directo al Showcase?
La experiencia en el Showcase es única; te permite conocer gente de todas las canteras de España, jugar contra ellos, compartir las comidas en conjunto… Esto me permitió darme cuenta de que con algunos de ellos tenía compañeros en común o incluso nos habíamos enfrentado previamente.
Cuando el coach me dijo que iba a venir a verme, sentí que debía dar lo mejor en el evento y mostrar mi juego tal y como lo desarrollo normalmente en mi equipo, ya que creo que eso es lo que tiene que convencer al coach para contar conmigo.
Cuéntanos un poco de tu experiencia en España. Tras haber jugado para la selección Riojana y haber jugado para el Betis este último año mientras estabas empezando la carrera, ¿qué inconvenientes ves en España que te hayan impulsado a querer estudiar en EEUU?
Durante este bonito año en la cantera del Betis, me he dado cuenta de que compaginar los estudios con el fútbol es más complejo de lo que imaginaba, dado que hay clases a las que no podía asistir por entrenamientos o partidos y no podía recuperar con normalidad o incluso no se me justificaba la no asistencia a dichas horas.
Por otra parte, los horarios de clase y de entrenamiento son, obviamente, totalmente independientes, por lo que en muchas ocasiones llegaba apurado a clase o incluso había asignaturas a las que me veía obligado a faltar durante todo el cuatrimestre porque coincidían con las sesiones de entrenamiento. Además, no es algo que los profesores tengan muy en cuenta a la hora de ayudarte o evaluarte.